Lo primero que tienes que hacer es decidir el tema: Si no eres experta, lo mejor es evitar la peligrosa idea de mezclar y combinar estilos. Por ejemplo, es riesgoso mezclar al azar lo que estaba en boga en los años 50 con el pop de los 60 y el chic decadente de la década del 70. Hablando en términos generales, lo mejor es elegir una época y un estilo que te inspiren. Si es necesario, puedes jugar un poco y cambiar la inspiración de una habitación a otra.
Punto focal
Toda habitación debe tener un “punto focal”, un punto específico que captura inmediatamente el ojo y manifiesta cuál es el tono del entorno desde la primera mirada. En una casa con estilo de los primeros años de la década del 60, la sala debe tener un rincón con un asiento o cojines en un tapiz de flores, una mesa de centro de madera sobre la que descansan un viejo teléfono, brotes de color, y algunos discos de vinilo.
Iluminación cálida y suave
El diseño de la luz debe respetar la calidez de la habitación. La característica principal del vintage es en realidad su “calidez”, porque los objetos vintage tienen una historia y un encanto nostálgico. Es esencial que tengas varias fuentes de luz a diferentes alturas para producir un ambiente y crear un efecto suave con la iluminación. Pero no olvides que el candelabro es una pieza de mobiliario muy distintiva en sí mismo.
Nombres “brillantes” por descubrir
¿Necesitas algunos nombres para encontrar inspiración? Comencemos con los años 50, con lámparas de acero cromadas pintadas por el diseñador Alvar Aalto, o lámparas de metal de Serge Mouille. Los años 60 vieron la llegada de las clásicas lámparas de pie en arco, que han revivido en los últimos años, Arco y Tolomeo, sin olvidar la Falkland, suspendida del techo y muy moderna. Los años 70, llenos de color en otras áreas, vieron el renacimiento de mesas y lámparas de pie más sencillas, incluyendo las ajustables como la Ipotenusa y la Parentesi, muy divertidas para crear ambientes, diseñadas por Achille Castiglioni. Por supuesto, no es necesario que salgas a buscar las originales, pero si examinas sus formas y líneas podrás encontrar algo similar para tu propio espacio.
Creencias creativas
Una pequeña exhibición de tu “memorabilia” y artículos retro es una pieza de diseño sencilla y barata y es la única forma de mezclar y combinar. Algo así te ayudará a crear calidez y dar carácter a tu cocina, baño y, si lo tienes, vestíbulo o corredor. Simplemente fija a la pared tres repisas, cada una de diferente color y espesor, que no estén a demasiada altura y no necesariamente alineadas.
Tal como lo verías en una vieja tienda, en estas repisas puedes acomodar cajas de hojalata, baratijas antiguas, una vieja tetera, tazas y platos. Realmente lo que tienes que hacer es dejarte guiar por lo que te inspire. La inspiración también puede venir de la "tienda de dulces" o de una tienda de arte moderno. Lo que importa es que utilices este inesperado exhibidor para crear un festín para los ojos.
