De las mentes del fotógrafo Jan Kriwol y del artista Markos Kay, "human after all" es una colección de imágenes manipuladas digitalmente, que imagina la vida cotidiana de las personas que nos rodean a través del sistema circulatorio. Capturado en Varsovia, Grenoble, Tel Aviv, Israel, Berlín, Bruselas y la Ciudad del Cabo, "the tongue in cheek collection" es una combinación de entornos genuinos y representaciones en 3D, creadas mediante simulaciones de partículas.
"El proyecto destaca la fragilidad y la vitalidad del cuerpo humano yuxtapuestos contra el telón de fondo de la arquitectura urbana", explican Jan Kriwol y Markos Kay. "Al despojar al cuerpo humano de la esencia de la vida, la serie pretende desafiar nociones de fronteras entre nuestros cuerpos y nuestro medio ambiente, así como barreras sociales como las diferencias raciales y sexuales".
La idea para el proyecto primero vino a Kriwol después de que él vio un dibujo de su novia de un sistema circulatorio que fuma un cigarrillo. Inspirado en la obra escultórica de Anthony Gormley, así como dibujos anatómicos más anticuados como las revistas médicas, la serie sugiere un comentario lúdico sobre lo que es ajeno en apariencia pero de composición completamente natural.
'El proyecto destaca la fragilidad y vitalidad del cuerpo humano (...) en el contexto de la arquitectura urbana'.
"El contraste entre la estructura surrealista pero natural del sistema circulatorio y la naturaleza mundana de su entorno pone de manifiesto la oscilación entre la ironía y el romanticismo que puede verse en la condición humana", refieren los artistas. Reduciendo los cuerpos presentados a sus partes más rudimentarias, la serie actúa no sólo como un gran ecualizador, sino como un recordatorio de que, a pesar del ego, el logro o la riqueza material, estamos al final del día sólo con piel y huesos.
El proyecto se inspiró en el trabajo escultórico de Anthony Gormley ...
... así como por dibujos anatómicos clásicos de revistas médicas.
